Colectivos de Libre toman Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza exigiendo destituciones
Tegucigalpa.- Desde primeras horas de este jueves, colectivos del Partido Libertad y Refundación (Libre) tomaron las instalaciones del Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza, incluyendo el área de emergencia, en protesta por la gestión de la administración actual. Los manifestantes exigen la destitución del director, del jefe de personal y del administrador del centro hospitalario.
Según los manifestantes, las autoridades del hospital son responsables del «saqueo y deterioro» de las instalaciones, afectando gravemente la calidad de la atención que reciben los pacientes. Una de las personas involucradas en la toma afirmó que tienen pruebas de que los pacientes no están recibiendo el tratamiento médico adecuado y que la calidad de la alimentación es deficiente en comparación con las condiciones que disfrutan los empleados del hospital.
El impacto de la toma fue inmediato. Desde antes de las 5 de la mañana, tanto empleados como pacientes han sido desalojados del hospital, quedando sin acceso a las instalaciones, incluida la emergencia, lo que ha generado una situación de alarma entre el personal médico.
El doctor Wilmer Flores, uno de los médicos del hospital, expresó su preocupación por el grave riesgo que esta situación representa para los pacientes, especialmente aquellos que necesitan atención urgente. Flores advirtió que, al impedirse el ingreso del personal de cocina, los pacientes no recibirán sus alimentos, lo que podría complicar su estado de salud, dado que muchos requieren alimentarse antes de tomar sus medicamentos. La falta de medicación podría provocar comportamientos agresivos o autolesiones entre los pacientes.
Además, el doctor Flores destacó el peligro de mantener cerrada la emergencia psiquiátrica, señalando que esto podría derivar en situaciones críticas, como intentos de suicidio. «La emergencia debería estar abierta; nunca se había visto que se cerrara en este hospital hasta el día de hoy», subrayó.
La situación sigue siendo crítica, y la atención a los pacientes permanece suspendida mientras continúan las negociaciones.
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