CNA les canta las verdades: “El 1° de mayo fue un circo lleno de hipócritas”

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Tegucigalpa. El Día Internacional del Trabajador, celebrado el pasado 1° de mayo, no pasó desapercibido para el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), cuyo mensaje rompió con el tono oficialista del evento. En una carta pública titulada “1° de Mayo: La hipocresía convertida en espectáculo”, la directora ejecutiva del organismo, Gabriela Castellanos, arremetió contra los actos conmemorativos, calificándolos como un show político cargado de cinismo y traición a la clase trabajadora.
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“Los mismos dirigentes que hoy encabezan actos oficiales con discursos sobre dignidad y trabajo, son los que convierten el sudor del obrero en moneda de cambio”, expresó Castellanos, denunciando que estos políticos han legislado a favor de los sectores empresariales en detrimento de los derechos laborales del pueblo.

La misiva apunta no solo a figuras del gobierno y líderes partidarios, sino también a algunos sectores sindicales que, según Castellanos, han dejado de representar al trabajador para convertirse en “apéndices del poder, cómplices disfrazados de revolucionarios”.

Con un tono contundente, la titular del CNA puso sobre la mesa la precariedad que enfrenta el trabajador hondureño: bajos salarios, hospitales colapsados, migración forzada y condiciones laborales indignas. “¿Qué hay que celebrar?”, cuestiona con firmeza, sugiriendo que este día debe ser de reclamo y no de “discursos vacíos”.

La carta también describe el acto oficial como un “gran teatro del absurdo”, en el que “los mismos que saquean el Estado se visten de rojo y cantan ‘La Internacional’ frente a las cámaras”, mientras miles de obreros continúan “picando piedra en la cantera invisible de la explotación”.

Castellanos finalizó su pronunciamiento con un llamado a la dignificación real del trabajo en Honduras, exigiendo acciones concretas por encima de promesas y espectáculos mediáticos. “El obrero no necesita discursos. Necesita salarios que le permitan vivir, no sobrevivir. El trabajador hondureño ya no quiere promesas, quiere dignidad”, remató.

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