Tegucigalpa. Bastó una pregunta mordaz en X para que el Gobierno desatara una batería de mensajes incendiarios contra empresarios, académicos y opositores. La chispa: la orden oficial de incorporar en todos los centros educativos el libro “El Golpe 28 J: Conspiración Transnacional, un Crimen en la Impunidad”. La reacción ciudadana fue inmediata… y el oficialismo respondió con munición completa.
La pregunta que alborotó el panal
Eduardo Facussé, expresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC):
“Alguien sabe en qué capítulo del libro relatan lo acontecido en el narcovideo?”
El empresario trajo a colación el “narcovideo”, difundido años después de la elección de 2013, se observa a Carlos Zelaya Rosales —hermano del expresidente Manuel Zelaya— dialogar con presuntos narcotraficantes mientras estos le ofrecen aportes financieros irregulares para la campaña de ese año. Las imágenes, que muestran negociaciones sobre “colaboraciones” y “compromisos” a cambio de favores políticos, avivaron las acusaciones de infiltración del crimen organizado en la contienda electoral y provocaron llamados a una investigación formal sobre la procedencia de los fondos y la eventual responsabilidad penal de los involucrados.
Alguien sabe en qué capítulo del libro relatan lo acontecido en el narcovideo? pic.twitter.com/q0vSMSgo06
— Eduardo Facusse Salomon (@efacusse) April 30, 2025
La artillería de Ricardo Salgado
El primero en disparar fue el secretario de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado, quien encadenó varios tuits sin filtro:
“Por cierto Eduardo, el video no es prueba de nada. Pero si sentís como ciudadano que podes probar algo contra Carlos Zelaya acúsalo en los tribunales de la república. Por cierto, sería la primera acusación contra el aquí o en Estados Unidos. Claro, eso no te interesa porque vos no defiendes la verdad ni la justicia, sino los intereses económicos de tu clase”.
“Tendrás que hacer el enorme esfuerzo de leer para saber si lo ponen o no. Transpiran lo golpista ustedes”.
Cuando la diputada nacionalista María Antonieta Mejía rechazo la orden de inmediato cayo en las “garras” del funcionario y la respuesta subió de tono:
“Ustedes son los que convirtieron las escuelas en centros de oscurantismo. Sin ciencia, con pastores, sin matemáticas, pero enseñado inglés para tener buenos esclavos. Que lo digan estos es como se quejará Torquemada. Claro para ellos que haya lecturas es un sacrilegio porque leer les da dolor de cabeza”.
Ni la exrectora de la UNAH, Julieta Castellanos escapó del fuego, quien calificó la medida como “adoctrinamiento socialista”:
“Es enseñar historia. Mostrar la verdad que ustedes han querido ocultar. Leí los burdos comentarios de JUCA, quien simplemente sigue con su sicariato intelectual, vendiendo propaganda por ciencia, alineada completamente con el cachurequismo más delincuencial”.
Por cierto Eduardo, el video no es prueba de nada. Pero si sentís como ciudadano que podes probar algo contra Carlos Zelaya acúsalo en los tribunales de la república. Por cierto, sería la primera acusación contra el aquí o en Estados Unidos. Claro, eso no te interesa porque vos… https://t.co/Nhkx4Xf2F9
— Ricardo Salgado (@RicSalgadoB) April 30, 2025
Refuerzos desde Cancillería
A la contienda tuitera se sumó el vicecanciller de Política Exterior, Gerardo Torres, con un dardo directo a Facussé:
“Debería escribir un libro usted llamado ‘Los privilegios que perdí o porque me fui a vivir a Atlanta’”.
Mientras los ministerios afinan la circular que hará oficial la lectura obligatoria, los detractores anuncian acciones legales y foros públicos. En las redes, la batalla continúa: cada nuevo tuit oficialista parece confirmar que, cuando la crítica pica, la respuesta llega con toda la rabia… y sin anestesia.