Tegucigalpa. El gobierno de Honduras aún no ha buscado ninguna forma de acercarse a Estados Unidos para negociar el arancel del 10% que ha decidido imponer sobre productos hondureños, lo que ha dejado al país en una posición de espera mientras otros países intentan gestionar la situación. Así lo explicó el secretario de Desarrollo Económico, Fredis Cerrato, quien en sus declaraciones señaló que “nosotros, afortunadamente, lo debo decir así, hemos guardado silencio, no nos hemos pronunciado frente a Estados Unidos”, refiriéndose a la postura oficial del gobierno ante la medida, que fue pospuesta por tres meses.
Según Cerrato, el arancel del 10% es el más bajo que se ha impuesto a nivel mundial, lo que, en su opinión, le da a Honduras una ventaja competitiva frente a otros países que también exportan productos similares a Estados Unidos. «Eso nos permite entonces tener capacidad competitiva. Sería todo lo contrario si tuviésemos un arancel más alto que otros países que también exportan los mismos productos hacia Estados Unidos», explicó el funcionario.
Sobre la postura de Honduras frente a la medida, Cerrato expresó su esperanza en que la evolución de las negociaciones globales con Estados Unidos beneficien al país: “Esperamos que la evolución y las negociaciones que hagan las potencias económicas frente a Estados Unidos nos lleven a un escenario favorable. Primero será la subida de este tsunami, y luego, en la bajada, nosotros también podremos participar”.
En relación con el concepto de reciprocidad que ha defendido Estados Unidos, Cerrato lo consideró injusto y no apropiado, debido al CAFTA.
El funcionario recordó que Estados Unidos no paga aranceles por exportar productos a Honduras, y, por lo tanto, consideró que también Honduras debería estar a cero aranceles frente a Estados Unidos.
Finalmente, Cerrato subrayó que Honduras no representa ningún riesgo para la seguridad nacional o económica de Estados Unidos y que, por lo tanto, no se comprende la medida tomada por la administración estadounidense.
A pesar de la situación, se mostró optimista en cuanto a las oportunidades que se abren para el país, especialmente en sectores como el textil, y señaló que, de mantenerse la competitividad, Honduras podría superar las condiciones actuales de exportación, mejorar el ingreso de divisas y generar más empleo.
Sin embargo, surge la pregunta: ¿Seguirá Honduras sin tomar acción y esperando que solo las grandes potencias negocien, o finalmente se dará el paso hacia un acercamiento directo con Estados Unidos para proteger los intereses nacionales?