Tegucigalpa. Mientras Honduras atraviesa una crisis económica que afecta a miles de familias, el gobierno de la presidenta Xiomara Castro ha destinado la suma de 50 millones de lempiras para atender a los motociclistas, un monto que según el director de la Policía Nacional (PN), Juan Manuel Godoy, «no llenará todas las expectativas».
Godoy fue claro al señalar que estos fondos solo corresponden a una «primera fase» del programa, y que si se cumplen los resultados esperados, podrían solicitar más dinero en el futuro. «Dejen que pase la primera fase, y si da el resultado previsto, entonces pedimos la segunda», indicó el titular de la PN, sugiriendo que no se trata de una solución definitiva, sino de un esfuerzo inicial que podría requerir aún más recursos.
La entrega de estos fondos que se destinarán a implementar medidas de seguridad para los motociclistas ha desatado cuestionamientos sobre la pertinencia de esta inversión. Mientras las autoridades se enfocan en los motociclistas, sectores sociales y ciudadanos comunes señalan que el país enfrenta otras necesidades urgentes, como la falta de empleo, la crisis en el sistema de salud, la pobreza generalizada y la creciente inseguridad que afecta a miles de hondureños.
¿Realmente es prioritario gastar 50 millones de lempiras en un sector específico cuando las necesidades de la población son mucho más amplias?
En un contexto en el que las calles de las principales ciudades del país están plagadas de baches y peligros para los peatones, y con un sistema de salud colapsado, muchos se preguntan si la inversión en los motociclistas es la mejor asignación de los recursos públicos. Es importante recordar que la mayoría de estos conductores ya cuentan con los implementos básicos de seguridad al momento de adquirir una motocicleta.
Este gasto pone en duda si la administración está realmente priorizando las necesidades más críticas del país. Los hondureños se preguntan si se está sacrificando el bienestar general de la población en favor de una medida que, aunque necesaria en algunos casos, no abordará los problemas estructurales del país. Y lo más alarmante: si los 50 millones de lempiras no cumplen con las expectativas en esta «primera fase», ¿se destinarán más fondos para un programa limitado, dejando de lado otras áreas esenciales?
El director de la Policía Nacional asegura que esta es solo una fase inicial. Pero en un país donde la falta de recursos es una constante, ¿es prudente seguir invirtiendo en algo que no beneficiará a todos los hondureños? Las críticas ya se hacen escuchar y el llamado es claro: Honduras necesita una inversión más equitativa y urgente para atender los problemas que afectan a todos.